Educar a la Persona Moral

UNIVERSIDAD INTERAMERICANA

Recinto Metropolitano

2 de Octubre 2005

Artículo 5

                                                                                                                

 

Educar la Persona Moral en su Totalidad

 

Organización de Estados Iberoamericanos

Para la Educación, la Ciencia y la Cultura

Berkowitz, Marvin W., PhD.

Prof. Psicología & Director Asociado

Centro de Estudios Éticos,

Universidad de Marquette (USA)

http://www.oei.org.co/oeivirt/rie08a03.htm

 

Octubre 2005

Nydia E. Barreiro

Investigación Educativa I

 

  1. Abstracto

 

La cuestión de la formación moral de nuestros jóvenes, no es ciertamente un asunto nuevo.  Se ha debatido, defendido y criticado durante milenios.  A medida que nos acercamos a un nuevo milenio de desacuerdo sobre la posibilidad y el modo de influir sobre la moralidad de nuestros jóvenes, quizá merezca la pena examinar algunos de los problemas a los que nos hemos enfrentado en el pasado y sugerir una perspectiva que ofrezca el potencial para superar tales problemas.  Esta comunicación supone justamente un intento en tal sentido.

 

  1. Trasfondo

 

Tradicionalmente, muchas teorías, métodos y fundamentos lógicos compiten y se profieren por lo que se refiere a los problemas de la juventud y, por lo tanto de la sociedad.  Por desgracia, se ha insistido mas en el aspecto de “competencia” y no se ha destacado lo suficiente el aspecto de “soluciones”.  El resultado de estas batallas mordaces sobre la cuestión es:  ¿Cuál es la teoría correcta? (Kohlberg & Meyer, 1972; Wynne, 1991)

 

El resultado es que nos obstinamos en explicar y controlar la conducta humana con modelos simplistas muy restringidos, en lugar de abarcar la complejidad y riqueza de la dinámica humana y de buscar también soluciones complejas y ricas.

 

En Estados Unidos, por ejemplo, contamos en la actualidad con diversos campos, entre los cuales cabe destacar: (1) los defensores del desarrollo cognitivo, que abogan por alentar fases universales de razonamiento moral a través del debate de dilemas morales y de modelos de gobierno escolar democrático; (2) el campo de los defensores de la educación del carácter, que abogan por modificar la conducta, inculcando hábitos mediante apoyo escolar; y

(3) “el derecho religioso”, que propone reducir la separación entre iglesia y estado, con objeto de basar la educación moral en la enseñanza religiosa.  Tenemos una situación en la que cada perspectiva proclama ser la correcta e intenta encarecidamente desacreditar a las demás.

 

III.  El descubrimiento de la persona moral

 

Uno de los impedimentos fundamentales para un planteamiento integrado de la educación moral ha sido la virtual ausencia de un modelo globalizador de la persona moral en las ciencias sociales. Claro síntoma es la confusión de la retórica.  Ryan y Lickona (1987), nos dice:

 

“La inquietud por los valores y la moral de los jóvenes es una preocupación permanente de los adultos.  A lo largo de la historia conocida, esta preocupación sobre el carácter de las generaciones mas jóvenes es evidente.  Preocupación, no obstante, que nunca ha bastado para garantizar que los jóvenes posean este tipo de carácter que permita sostener al individuo y a la sociedad.  Algunas sociedades no han conseguido transmitir sus valores a los jóvenes.”

 

Cada grupo ve el florecimiento de la moralidad en una esfera de confines reducidos, engloba modelos directamente dirigidos a tal esfera, aplica programas diseñados para influir en dicha esfera y utiliza diferentes criterios para seleccionar etiquetas para sus respectivas empresas.

 

Lo que necesitamos es un examen mas completo de la naturaleza de la personal moral, es decir, una anatomía moral.

 

  1. Anatomía Moral

 

La moral la divide el autor en cinco diferentes aspectos.  No dice que estos son totalmente correctos, pero en algún sitio se tiene que empezar.

 

Conducta

 

La finalidad de la educación moral es sin duda, la conducta.  Pocos acogerían algún modelo de educación moral que reivindicase no tener ninguna relevancia en la influencia sobre la conducta de los estudiantes.  Muchos de los argumentos iniciales para los programas de educación moral, implican la necesidad de cambiar conductas indeseables tales como la delincuencia juvenil, los engaños escolares, conductas sexuales inseguras, suicidio, uso de drogas y alcohol, entre otros asuntos similares.

 

Lickona (1983), Wynne (1991), Ryan & Lickona  (1987), Schlman & Mekler (1985), todos estos autores mencionan en los preámbulos de sus obras, la crónica de los males modernos de la juventud y de la sociedad.

 

Carácter

 

La palabra carácter viene del griego “marcar”,  esto sugiere  un planteamiento sobre la conducta observable. (Wynne, 1991, pag. 139).  Lickona (1991), lo define com “disposiciones estables para responder a situaciones de modo moral, manifestadas en modelos observables (rasgos de carácter) de amabilidad, honestidad, responsabilidad y respeto generalizado por los demás”.  En primer lugar ¿que se considera un rasgo de carácter moral?  Diversos han sido los criterios aportados en este sentido, y la resolución de tal dilema queda fuera del ámbito de este debate.  En segundo lugar,

 

¿Cómo deberíamos tratar los rasgos de carácter que pueden contribuir en la moralidad pero que de por si no constituyen cuestiones de moralidad?  De hecho, Aristóteles (1987) aducía que la razón práctica, si bien no se trataba claramente de un rasgo de carácter moral, era de por si el rasgo de carácter que posibilitaba las virtudes.

 

En la pasada década, mas o menos, la educación del carácter volvió a cobrar popularidad.  En muchos casos se basó en un modelo derivado del trabajo de Aristotles.  El argumento básico consistió en que la conducta moral se debe aprender, practicar y en última instancia interiorizar, como un carácter o virtud.  Es necesario demostrar y recompensar la conducta adecuada, de modo que se convierta en un hábito.  La conducta correcta se modela y conforma (por los métodos tradicionales de aprendizaje), lo cual conduce a tendencias interiorizadas que producen conductas correctas.

 

  1. Valores

 

Turiel ofreció u excelente análisis de ello (1983); distinguió tres ámbitos de conocimiento social: moral, socio-convencional y lo que en última instancia pasó a ser conocido como personal.

 

El ámbito moral se distingue por su universalidad, inalterabilidad, prescriptividad y potencial intrínseco para herir.  Las costumbres y normas sociales que se reconocen específicas para cada contexto o grupo social determinado (no universal) y que son modificables si la autoridad pertinente así lo decide (alterabilidad), no son asuntos de moralidad, sino cuestiones socio-convencionales.  Las que se consideran no susceptibles de legislación, que pertenecen mas bien al ámbito de los deseos y gustos propios, se considera que recaen en el terreno personal.  La educación moral se debería preocupar básicamente de los valores morales, es decir, de los que se refieren a asuntos de prejuicio intrínseco y de prescriptividad universal.

 

Numerosos estudios han demostrado que los adolescentes tienden a no percibir el uso sustancial como una cuestión de moralidad y , en su lugar, lo ven como un asunto de elección personal (Nucci, Guerra & Lee, 1991; Power, Higgins & Kohlberg, 1989).

 

¿Qué son exactamente los valores morales?  Rokeach (1968, 1973), define un valor como una preferencia permanente para una conducta en concreto o para un estado final de ser.  Ello incluye tanto un claro componente congnitivo (una creencia), como un componente afectivo (la evaluación).

 

Quizás la mas clara distinción es que un rasgo de carácter es una tendencia a actuar de un modo determinado, y un valor es una tendencia a creer en la bondad o maldad de una acción o estado de situación.

 

Desde el punto de vista alternativo, los valores se pueden considerar estándares interiorizados. Estas creencias se interiorizan de diversos modos, dependiendo de la orientación teórica de cada individuo.  Se pueden interiorizar por un proceso de identificación con el padre o la madre, según el sexo del individo, o sencillamente por imitación de modelos significativos.

 

Kohlberg, (1967), indica:

 

“La escuela, como el gobierno, es una institución con una función básica de mantener y transmitir los valores consensuales de la sociedad.  Los fundamentales son denominados valores morales.”

 

Para el autor del artículo, los valores morales son creencias con carga afectiva, relativas a la corrección o equivocación de las cuestiones que son intrínsica y potencialmente perjudiciales, y que poseen un carácter universal e inalterble en su prescriptividad.

 

  1. Razonamiento

 

Un problema que plantea el concluir nuestra anatomía moral con la conducta, el carácter y los valores, es la falta de una autoridad moral.  La pregunta ¿Los valores de quien?  Tarde o temprano el individuo altamente moral, con valores claros y adecuados y un carácter moral, se enfrentará a una situación moralmente ambigua.

 

Deberá entonces decidir sobre que valor basarse o necesitará elegir entre rasgos de carácter incompatible (por ejemplo, la honestidad frente al altruismo).  De ahí la necesidad de un cuarto elemento, el razonamiento moral, es decir , la capacidad de razonar sobre cuestiones morales, de llegar a conclusiones morales, de tomar decisiones morales etc. Un agente moral maduro deber ser capaz de reflexionar sobre un problema moral y emitir unjuicio moral racional al respecto.

 

VII.       Emoción

 

La última pieza de la persona moral: el afecto moral.  “Además de enumerar los motivos por los que las personas actúan o deberían actuar, la ética también debe prestar atención a las energías que permiten actuar a los individuos siguiendo tales razonamientos”  (Samay, 1986).

 

Samay considera que la emoción moral es la “raíz del dinamismo de la vida moral”.  “La alimentación motriz general de toda conducta, la fuerza integradora de todo conocimiento y valoración”.

 

La teoría psicoanalítica basaba gran parte de su psicología moral en emociones como la culpabilidad y la vergüenza.  En la sensibilidad al dolor ajeno reside el núcleo de la teoría de Hoffman (1987) de la socialización moral, y sirve de base relevante incluso en modelos derivados del desarrollo cognitivo tales como Gibbs (1991) y Selman (1980).  Tanto Piaget (1981) como Kohlberg (1976) reconocieron la misión central de la emoción en el desarrollo de la razón.

 

Tradicionalmente existen dos grandes categorías de emociones morales.   La primera engloba lo que podemos denominar las emociones de la autocritica.  Se trata de emociones de aversión que apuntan a algún tipo de autocensura o autovaloración negativa, como respuesta a un pensamiento o acción indeseable.  Estas son la culpabilidad, vergüenza y remordimiento.  La segunda clase de emociones es de índole prosocial.  Representan algún tipo de reacción afectiva ante la aflicción de los demás.  Nos referimos a emociones tales como la empatía o simpatía.

 

Nuestra persona moral cuenta con cinco elementos centrales:  conducta, carácter, valores, razonamiento y emoción.

 

VIII.    La educación moral de la persona moral en su totalidad

 

Para educar a un niño con los cimientos de la moralidad en los niños pre-escolares es necesario ocuparse de: (1) la calidad de las relaciones del niño, en especial con aquellas otras personas significativas en su vida (Magid & McKelvey, 1987); (2) la enseñanza de modelos de conducta, incluyendo la disciplina y la orientación; (3) la conducta presentada al niño como modelo; (4) lo procedimientos de toma de desiciones y los modelos de comunicación de la familia (Berkowitz, 1992).

 

Sabemos que los niños desarrollan personalidades mas sanas con los demás si quienes se ocupan de ellos son cariñosos y coherentes, si responden, si son idóneos y sensibles  a las indicaciones del niño. Sabemos que la enseñanza de la conducta resulta muy efectiva cuando se basa en la recompensa de la conducta deseada y no en el castigo por la conducta indeseada.

 

Si la mayor responsabilidad de la educación moral del niño estriba en los padres; ¿Cuál pasa a ser la misión de la escuela en la formación del niño?  Se puede ver de dos modos: facilitadota o subsanadota.  La educación moral en la escuela es facilitadota si complementa los efectos positivos de la familia sobre la formación moral.  Es subsanadota si sustituye o corrige la ausencia de influencias o las influencias negativas de la familia.

 

 

VIV.   Educar Valores

 

Los valores se refieren a las creencias que los niños traen sobre que es o no es importante en el sentido moral.  Existen tres planteamientos generales para la educación de los valores:

(1) Clarificación de estos, (2) Inculcamiento de los mismos y (3) Comunidad Justa.

 

La clarificación comporta que cada persona debe generar su propio conjunto de valores morales, y la educación debería proporcionar sencillamente medios para la autoexploración y el conocimiento de uno mismo.

 

La inculcación sostiene que la misión  de la escuela es la de educar a los niño hacia un consensote valores.

 

La Comunidad Justa considera los valores (normas) como un producto de la vida escolar, muy en especial su entorno moral y su estructura gubernativa.

 

Debemos recordar también que los valores proceden de una serie de fuentes.  Pueden derivar de la enseñanza explícita verbal de los mismos; se pueden aprender de modelos, es decir, de la conducta de los demás; se pueden aprender de individuos o de instituciones; se pueden aprender de las autoridades tradicionales (p.e. profesores) y de los iguales.

 

La inculcación de valores comporta habitualmente mensajes sobre el valor de modelos de conducta seleccionados, por ejemplo, infundir la lealtad, el valor o la honestidad.  El modo de comunicación de esta manera puede ser por: campañas de postres, lecturas literarias, presentaciones de medios electrónicos, conferencias. Etc.  Se expone a los estudiantes a una serie de mensajes que transmiten la importancia del valor en cuestión.  Ello puede ir seguido de una serie de actividades estudiantiles destinadas a reforzar y desarrollar el valor.  Muchas escuelas declaran el valor del día/semana/mes.

 

  1. Educando el Carácter

 

El carácter debería generar desarrollo de la personalidad, mientras que la educación en valores debería modificar las creencias.  Lickona (1991b), por ejemplo, describe una práctica escolar por la que un profesor de 5to Grado (en el sistema americano), tiene un programa en el que regularmente tienen un “tiempo de apreciación”, tiempo en el que los estudiantes reconocen públicamente como le han ayudado a los demás.  Este desarrolla potencialmente un rasgo de carácter de respeto.

 

  1. Educando el razonamiento moral

 

Hay dos modos básicos de educar para un razonamiento moral: (1) la discusión de dilemas morales entre iguales y (2) la Comunidad Justa.

 

El razonamiento moral se consigue con una discusión crítica pero respetuosa a partir del dilema, con el objetivo principal de conseguir la mejor solución.

 

La manera de Comunidad Justa va encaminada a promocionar la justicia y el sentido de comunidad.

 

  • Educando al afecto moral

 

Comencemos por la experiencia pre-escolar.  Está claro que las emociones, incluyendo las emociones morales, emergen en el primero y segundo año de vida (Ende et al., 1987; Gibas, 1991; Hoffman, 1987).  Habitualmente se entiende que la empatía es algo natural, con una base biológica, así como una fuente de razonamiento moral y de afecto moral mas maduro.  Asimismo, muchos asumen que sus orígenes se remontan a un vínculo temprano que se establece entre el niño y quien lo cuida (Kaye, 1982).

 

¿Qué puede hacer la escuela mas allá del remedio?  La noción se remonta a los tiempos de filosofía ética en Grecia done la noción es que se debe “amar el bien”.  Se trata , entonces de orientar al niño para ocuparse del bien y detestar el mal; por ejemplo: simpatizar con las víctimas y despreciar la injusticia.

 

Bennette (1991) aboga por promover “el alfabetísmo moral” en nuestra infancia como un medio de enseñarle que es el bien.  Desde esta perspectiva, la enseñanza a los niños/as en las escuelas debería versar sobre virtudes morales, sobre héroes morales, sobre grandes hazañas morales, y poner a los niños/as en contacto con la gran literatura moral.

 

XIII.            El problema del desarrollo

 

Peters (1996) adapta el modelo de educación de Aristóteles, sugiriendo que los niños deben aprender, en primer lugar, conductas correctas y , a continuación y únicamente entonces, reflexionar sobre sus valores y carácter.

 

XIV.            El enfoque exhaustivo e integral de la educación moral

 

La educación moral debe comenzar por responder a dos preguntas Fundamentales:  ¿cuáles son los principios éticos subyacentes que  justifican el bien y el mal? ¿qué clase de persona moral estamos intentando formar?

 

Independientemente del modelo que uno elija, éste deberá ser coherente con los principios de base y con las pruebas empíricas sobre la naturaleza humana (Aristóteles, 1987; Kohlberg, 1971).

 

Nuestro modelo debe basarse en los principios de justicia (Power, Higgins & Kohlberg, 1989ª), de respeto para con las personas (Lickona, 1991ª), y de la idea de “lo beneficioso” (Gilligan, 1982;Kohlberg, Boyd & Levine, 1986).

 

¿Cómo deberá proceder una escuela para nutrir el desarrollo de un agente moral maduro que se acoja a los principios de la justicia, el respeto y lo beneficioso, y que englobe las características psicológicas del carácter moral, el razonamiento moral, la valoración moral, el afecto moral y la conducta moral?

 

Primero, la escuela deberá abordar explícitamente la cuestión de que los valores y rasgos de carácter deberán serel centro de sus esfuerzos educativos.  Estos valores y rasgos de carácter serán compatibles con los principios de base.  Asimismo, deberán de ser coherentes con las características del contexto social, si bien es un requisito.

 

  1. Opinión Personal

 

A través de todo el artículo, se pudo percibir que el autor cree en que los valores se pueden enseñar, inclusive nos da maneras para promoverlos.  Nos hace una clara distinción de lo que dicen los expertos, pero con énfasis en que la enseñanza de valores va de la mano con la educación del carácter y que es el fundamento de la educación.

 

Enseñar a los estudiantes a amar el bien, a hacerse justos haciendo actos justos y desarrollando su razonamiento moral discutiendo crítica y respetuosamente algún problema para llegar a la mejor solución. Nos aclara la anatomía moral para entender mejor como se desarrolla el carácter y los valores.

 

Yo opino personalmente que los valores universales se deben de inculcar, hacer que los estudiantes los practiquen en su vida escolar diaria, que lean sobre héroes históricos que lograron grandes cosas ejercitando sus convicciones morales. Creo con toda certeza de que en la enseñanza de valores está la respuesta para educar al niño en su camino para que cuando sea adulto sea un ciudadano de bien.

 

Es por esto que abogo, trabajo y hago mi investigación para que la enseñanza de valores sea mandataria para todo el estudiantado del pueblo de Puerto Rico.

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